Vida Natural
La Masa Térmica
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Cómo utilizar la Masa Térmica para hacer la casa confortable manteniendo la misma temperatura a lo largo de todo el día.
Creada | 13-04-2002 |
Modificada | 01-07-2014 |
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Febrero | 1 |
Nos interesa que el calor entre en la casa por la fachada sur, pero al mismo tiempo también nos interesa que ese calor dure toda la noche. Para ello el muro Sur no debe ser sólo un lugar de paso del calor, sino más bien un sistema de acumulación de calor. Para ello debemos construir un muro grueso y macizo, no usar ladrillos huecos ni bloques prefabricados con los que se construyen tan rápido las fachadas hoy en día.
Podemos usar ladrillos macizos o construir un muro de cemento, aunque también podemos usar técnicas de construcción más antiguas como rocas unidas con cemento, tapial o adobe. Personalmente prefiero el tapial, método de construcción muy sencillo y económico ya que para su construcción se puede usar la misma tierra de la parcela, mezclándola con aproximadamente un diez por ciento de cemento para estabilizar la tierra y darle consistencia. A la mezcla se le añade poca cantidad de agua, apenas lo bastante para que podamos coger un puñado de mezcla y al soltarla se quede la forma del puño sin embarrar la mano.
El método es simple, se construye un encofrado de madera, igual que si fuésemos a construir un muro de hormigón, respetando los huecos de puertas y ventanas. Se rellena de mezcla hasta unos treinta centímetros y se apisona. Si tenemos una apisonadora de motor, estupendo, si no con un pisón. Se añaden otros treinta centímetros de mezcla y vamos ascendiendo, así hasta completar el muro.
El hecho de apisonar la tierra hace que los granos de tierra se encajen entre sí con más solidez y el cemento húmedo servirá como pegamento dando cohesión al muro, pero es importante que la tierra no esté empapada de agua, ni siquiera medio mojada, ya que el agua no se comprime y la mezcla no conseguiría la misma densidad y dureza.
Una vez terminado, este muro funcionará muy bien como acumulador de calor y con un grosor de medio metro tendrá consistencia más que suficiente para soportar el peso del tejado, una vez que lo pongamos encima. Para quien no tenga fe en los métodos de construcción tradicionales, puedo recomendarle que construya el tejado tal como lo haría con columnas, vigas y viguetas, según las técnicas de construcción más modernas y, si quiere, el muro sur lo puede hacer de hormigón armado. De cualquier modo, tratándose del lugar en el que vamos a pasar gran parte de nuestra vida, recomiendo siempre el consejo de un arquitecto que nos garantice que la casa cumple todas las normas de seguridad necesarias.
Hay quien incluso calcula el grosor óptimo del muro teniendo en cuenta la velocidad a la que el calor lo atraviesa. Supongamos que dicha velocidad es de diez centímetros por hora y el grosor del muro es de 50 cm. Entonces el calor más intenso del medio día llegaría a atravesar el muro cinco horas más tarde, más o menos al ponerse el Sol. Como a partir de esa hora no entrará más calor en el muro, este emitirá hacia el interior de la casa el calor que se haya acumulado en el muro, pero ya de forma decreciente hasta que vuelva a salir el Sol, al día siguiente.
No tengo la menor idea de a qué velocidad se transmitirá el calor dentro de un muro de tapial, ni de hormigón ni de piedras. Para saberlo sólo se me ocurre un sistema: construir el muro, poner un termómetro en la parte interior del mismo y anotar la hora en la que el termómetro señala la temperatura más alta. El grosor del muro dividido entre el tiempo transcurrido desde el mediodía anterior nos dirá esa velocidad.
De todas formas, no es tan importante que la temperatura más alta del interior del muro coincida a la hora de la cena o de irse a la cama, lo importante es que el muro ha acumulado una importante cantidad de calor. Parte de ese calor lo emitirá hacia el interior de la casa a lo largo de la noche y, por la mañana, cuando el Sol vuelva a hacer su trabajo, aún quedará algo de temperatura sobrante del día anterior.
Incluso es posible (solo la práctica lo confirmará) que el muro aún conserve una cierta cantidad de calor si un día determinado amanece nublado o lloviendo.
Durante la noche el calor también se perdería por la parte exterior, y en más cantidad, ya que la diferencia de temperatura será mayor. Para evitarlo se pueden adoptar dos soluciones, que en realidad es la misma. La primera es convertir la fachada sur en un muro Trombe, tal como se explica más arriba.
La segunda solución es prácticamente la misma pero creo que mejor: Construir un invernadero o habitación totalmente de cristal adosada a la fachada Sur de la casa.
Personalmente, y no teniendo problemas de espacio, prefiero esta segunda solución, que al mismo tiempo me hará ganar una cálida terraza donde comer y descansar incluso en los más fríos días del gélido invierno (siempre que haga sol).
Capitulos: El Origen del Calor Cuando Calienta el Sol El Efecto Invernadero La Masa Térmica Orientación de la Casa El Aislamiento Térmico
La Ley me obliga a darte el siguiente
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