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Michio Kaku planea cómo colonizar la Galaxia.
Creada | 29-06-2015 |
Modificada | 15-08-2016 |
Total Visitas | 207 |
Febrero | 2 |
Reseña del Documental Colonizar la Galaxia de la serie La Ciencia de lo Imposible
Documental de la serie La Ciencia de lo Imposible, en el que el físico teórico Michio Kaku planea cómo colonizar la Galaxia.
Un plan para colonizar la galaxia requiere tres pasos.
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La Vía Láctea contiene unas 400.000 millones de estrellas. Explorarlas todas una a una sería imposible, tardaríamos mucho más de lo que lleva existiendo el Universo.
Para hacerlo con mayor rapidez construiremos naves robóticas autoreplicantes.
Cada nave estará programada para viajar a una estrella, y una vez allí localizará un asteroide del que extraer los elementos necesarios para fabricar una nave idéntica a ella misma, con la misma programación. Después de explorar el sistema, cada nave se dirigirá hacia una estrella distinta donde volverán a repetir el proceso.
El número de naves crecerá de forma exponencial. En sólo 40 generaciones llegarían al Billón de naves, más del doble que estrellas hay en la galaxia.
El tiempo necesario para explorar la galaxia dependerá de la velocidad a la que viajen las naves. Si su velocidad es de sólo la décima parte de la velocidad de la luz tardarían un millón de años en recorrer TODA la galaxia.
Si colocamos partículas cargadas eléctricamente en el campo magnético de un imán, las partículas comenzarán a dar vueltas a su alrededor.
Si las naves son lo suficientemente pequeñas podrían situarse en el campo magnético de Júpiter, 20.000 veces más potente que el de la Tierra, acelerarse hasta varios miles de Km/s y, cuando estén en una trayectoria adecuada desconectar su electroimán, con lo que la nave saldría disparada hacia el espacio.
Esto sólo funcionaría con naves muy pequeñas, no se podría aplicar a objetos que pesen más que unos pocos gramos, por lo que se requiere que las naves sean fabricadas con tecnología de nanobots.
Mientras los viajes interestelares se realicen a bajas velocidades, menos de la décima parte de la velocidad de la luz, los viajes a las estrellas con planetas habitables más cercanos durarían mucho más que la vida de una persona. Hay que construir naves multigeneracionales. Los tripulantes que inicien el viaje morirán antes de llegar, pero sí llegarán sus descendientes.
El número de tripulantes, para evitar riesgos de endogamia, debe ser de más de 160 personas que no tengan parentesco, y controlar la reproducción para evitar que se pierdan genes por la combinación aleatoria de los mismos.
Sin embargo permanecer durante mucho tiempo en un recinto limitado acaba creando problemas de convivencia que pueden degenerar en violencia.
Sería mejor hacer como en las películas de ciencia ficción donde los astronautas viajan en animación suspendida. Los tripulantes son congelados o hibernados antes de la partida y despertados años o siglos después, cuando lleguen a su destino.
Pero incluso así existe el riesgo de las radiaciones cósmicas que atravesarían la nave con el riesgo de destruir células, aún estando congeladas. Lo único que llegaría al destino sería un montón de cadáveres congelados.
Otra posibilidad sería enviar naves vacías con maquinaria capaz de clonar cuerpos humanos.
Al llegar a su destino, se les enviaría mediante rayos láser la codificación genética necesaria para fabricar los cuerpos. También se enviarían los conocimientos digitalizados de varios miles de personas para implantarlos, cuando los cuerpos estén desarrollados, en sus cerebros.
Los nanobots autoreplicantes son MUY peligrosos. Tienen que estar muy bien programados para que no se reproduzcan sin control, pues si en 40 generaciones son capaces de multiplicarse por un Billón, en otras 40 habría un billón de nanobots en cada estrella del Sistema Solar, y en otras 40 se habrían comido TODOS los planetas de la Vía Láctea, incluidos nosotros.
Se podrían programar para que no se reproduzcan si ya hay un número suficiente en el sistema, pero una mutación en la programación provocada por un rayo cósmico bien dado podría alterar la programación y hacer que tuviera un comportamiento no deseado. Sería una selección darwiniana a lo bestia, que podría crear una raza de robots que se repliquen sin control o que decidan replicarse utilizando la materia prima, no de un asteroide, sino de un planeta habitable. Quizás de la misma Tierra y de los seres vivos que la habitan.
No gracias.
Yo soy más partidario de enviar naves multigeneracionales, pero no de 160 personas como sugiere uno de los colaboradores, sino de centenares de miles, viviendo en Ciudades en el Espacio similares a las propuestas por Gerard K. O'Neill en 1.970.
Y al final creo que la mayoría de la gente que viva en esas ciudades, al llegar a su destino, no querrán ni oír hablar de bajar a vivir a la inhóspita superficie de un planeta.
Ellos serán los que colonizarán, no los planetas que encuentren, sino el cinturón de asteroides que usarán para construir otras ciudades parecidas a la suya y crecer, y cuando sean bastantes las ciudades espaciales que pueblen el sistema, algunas de ellas emprenderán el viaje a otras estrellas.
Ese es El Futuro de la Humanidad.
Ver Ficha de Colonizar la Galaxia de la serie La Ciencia de lo Imposible
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