Evangelio Gnóstico de Valentín
(Pistis Sophia)
XLIV Jesús promete a todos los hombres la resurrección de entre los muertos
- Y María contestó al Salvador, y le dijo:
— Señor: tú no has traído los misterios a este mundo para que el hombre no sufriese la muerte que le tienen predestinada los archones de la Heimarméné.
- »Porque si un hombre ha sido destinado a morir por el hierro, o en el agua, o por las calamidades del mundo, o de cualquier forma violenta, tú no has traído los misterios para evitar que el hombre muera así, sino de una muerte súbita, sin el dolor de su género de muerte.
- »Puesto que muchos nos perseguirán por ser tus discípulos y nos atormentarán por ti.
- »Y, si nos maltratan y afligen, ¿hemos de ejercer los misterios para salir de nuestro cuerpo sin experimentar ningún dolor?
- Y el Salvador, en respuesta, dijo a todos sus discípulos:
— Ya os he hablado antes de esto que me preguntáis, mas os lo diré otra vez.
- »No sólo vosotros, mas todo hombre que cumpla el primer misterio del primer misterio del Inefable, recorrerá todas las regiones y todas sus estaciones.
- »Y cuando haya cumplido ese misterio y recorrido todas las regiones, será preservado de todas las cosas que le hayan destinado los archones de la Heimarméné.
- »Y saldrá del cuerpo de la materia de los archones y todas las regiones de la luz, hasta que llegue a las regiones del reino de la luz.
[Faltan versículos 9, 10 yl 11]
- [habla María] »Sino por todas estas cosas, para que cuando lleguemos a las tierras de los hombres y no tengan fe en nosotros, y no escuchen nuestras palabras, practiquemos el misterio para que ellos conozcan la verdad y sepan las palabras del universo.
- Y el Salvador contestó a María entre sus discípulos:
— Ya os he hablado sobre todas las cosas que me preguntáis.
- »Mas yo os repetiré mis palabras.
- »Escucha, María: te digo en verdad que no sólo Vosotros, sino todos los hombres pueden cumplir el misterio de la resurrección de entre los muertos.
- »Para curarse de la posesión de los demonios y de toda aflicción y enfermedad.
- »Y para curar a los cojos, y a los mutilados, y a los mudos, y a los paralíticos.
- »Porque os he dicho antes que era preciso practicar el misterio para poder cumplir estas cosas.
- »Y vosotros obtendréis la pobreza y la opulencia, la salud y la enfermedad, la debilidad o el vigor, si la pedís.
- »E igualmente podréis sanar a los enfermos y resucitar a los muertos, y curar a los cojos y ciegos y mudos, y toda enfermedad o aflicción.
- »Porque a quien haya ejercido el misterio todas las cosas le serán concedidas.